Un postre que conquista a todos
La tarta de queso es uno de esos postres que nunca pasan de moda. Su cremosidad, su sabor suave y su versatilidad la convierten en una opción ideal para cualquier ocasión. En esta receta, vamos a utilizar leche condensada y queso Philadelphia, dos ingredientes que aportan una textura y un sabor inigualables. Si buscas un postre que deje a tus invitados maravillados, no busques más. Esta tarta de queso es fácil de preparar y requiere pocos ingredientes. ¡Vamos a ello!
Ingredientes necesarios
- 400 g de queso Philadelphia
- 1 lata de leche condensada (aproximadamente 397 g)
- 3 huevos grandes
- 1 cucharada de esencia de vainilla
- 200 g de galletas tipo María
- 100 g de mantequilla derretida
- Una pizca de sal
- Mermelada de frutas (opcional, para decorar)
Instrucciones paso a paso para la preparación
Preparación de la base de galleta
Comenzamos por preparar la base de nuestra tarta. Para ello, tritura las galletas tipo María en un procesador de alimentos hasta obtener un polvo fino. Si no tienes un procesador, puedes poner las galletas en una bolsa de plástico y aplastarlas con un rodillo.
Una vez que tengas el polvo de galleta, mezcla en un bol las galletas trituradas con la mantequilla derretida. Asegúrate de que todas las galletas estén bien impregnadas con la mantequilla. La mezcla debe tener una textura húmeda que se mantenga unida al presionarla.
Precalienta el horno a 180 °C. Toma un molde desmontable y coloca la mezcla de galletas en el fondo, presionando firmemente con el dorso de una cuchara para que quede compacta y uniforme. Lleva el molde al horno durante unos 10 minutos. Esto ayudará a que la base se endurezca un poco y le dará un sabor más tostado.
Preparación del relleno de queso
Mientras la base se hornea, es hora de preparar el relleno. En un bol grande, agrega el queso Philadelphia y la leche condensada. Bate con una batidora eléctrica a velocidad media hasta que la mezcla esté suave y cremosa. Asegúrate de que no queden grumos, ya que esto afectará la textura final de la tarta.
Luego, añade los huevos uno a uno, batiendo bien después de cada adición. Esto asegura que se integren correctamente. Incorpora también la cucharada de esencia de vainilla y una pizca de sal. La sal realza el sabor del dulce, así que no te la saltes.
Horneado de la tarta
Cuando la base de galleta esté lista, retírala del horno y vierte la mezcla de queso sobre la base. Alisa la superficie con una espátula para que quede uniforme. Regresa el molde al horno y hornea a 180 °C durante aproximadamente 45-50 minutos. La tarta estará lista cuando los bordes estén firmes, pero el centro aún tenga un ligero movimiento al sacudir el molde.
Una vez que la tarta esté horneada, apaga el horno y deja la puerta entreabierta. Esto ayudará a que la tarta se enfríe lentamente, evitando que se agriete. Deja la tarta en el horno durante unos 30 minutos antes de sacarla.
Enfriado y decoración
Después de que la tarta se haya enfriado a temperatura ambiente, cubre el molde con papel film y refrigérala durante al menos 4 horas, aunque es ideal dejarla toda la noche. Esto permitirá que los sabores se integren y que la tarta adquiera la textura perfecta.
Antes de servir, puedes decorarla con una capa de mermelada de frutas. Las mermeladas de fresa o frutos del bosque son excelentes opciones, pero puedes elegir la que más te guste. Simplemente extiende una capa delgada sobre la parte superior de la tarta y disfruta de su presentación colorida.
Tiempo de cocción y conservación
El tiempo total de preparación de la tarta es de aproximadamente 1 hora, más el tiempo de refrigeración. Es importante ser paciente, ya que dejarla reposar en la nevera es crucial para lograr la textura adecuada.
En cuanto a la conservación, la tarta de queso se puede mantener en el refrigerador durante 5 a 7 días, siempre que esté bien cubierta. También puedes congelarla, aunque se recomienda hacerlo antes de añadir la mermelada. Para descongelarla, simplemente déjala en la nevera durante unas horas antes de servir.
Consejos adicionales
- Variaciones: Puedes experimentar con diferentes sabores añadiendo ralladura de limón o naranja a la mezcla de queso.
- Textura: Si prefieres una tarta más ligera, puedes sustituir parte de la leche condensada por yogur natural.
- Presentación: Para una presentación más elegante, considera usar moldes individuales para porciones individuales.
¿Puedo usar otro tipo de queso en lugar de queso Philadelphia?
Sí, puedes utilizar otros quesos cremosos, pero ten en cuenta que el sabor y la textura pueden variar. El queso mascarpone es una buena alternativa.
¿Es necesario hornear la base de galleta?
Hornear la base de galleta es recomendable para darle una mejor textura y sabor, pero si prefieres, puedes omitir este paso y simplemente presionar las galletas en el molde.
¿Puedo hacer la tarta sin huevos?
Es posible hacer una versión vegana de esta tarta utilizando sustitutos de huevo, como el puré de manzana o el yogur de soja, aunque la textura y el sabor pueden cambiar.
¿Cómo puedo saber si la tarta está lista?
La tarta estará lista cuando los bordes estén firmes y el centro tenga un ligero movimiento al sacudir el molde. No debe estar completamente cuajada.
¿Puedo hacer la tarta un día antes de servirla?
¡Sí! De hecho, es recomendable hacerla con un día de antelación. Los sabores se intensifican y la textura mejora al reposar en la nevera.
Con esta receta de tarta de queso con leche condensada y queso Philadelphia, seguro que impresionarás a tus amigos y familiares. ¡Disfruta de este delicioso postre!